La verdad que en Swazilandia el hacer algo los domingos está complicado porque nadie trabaja y apenas nada está abierto, incluyendo los restaurantes. Por eso, y por toparnos con que el parque natural que queríamos visitar era previa reserva, ha hecho que acabemos visitando la "Swazi Village", o lo que es lo mismo, la reserva natural de "Matenga Falls" (las cataratas Matenga) situada en el Ezulwini Valley. 
Se trata de un poblado típico Swazi, un pequeño fuerte defensivo ante los depredadores donde vivía únicamente una familia. Por 130 E, lo más caro que hemos visto por aquí, te explican un poco su historia, cómo quien los verdaderos jefes del poblado eran el "Hombre" y su "Madre". Es curioso saber que una vez uno se casaba, debían proporcionale 17 vacas la familia de la mujer, y que podía tener tantas mujeres como pudiera mantener. Una vez en la cabaña, donde dormian separados hombres y mujeres, si uno deseaba intimar con su esposa no tenía más que tocar con un palo uno de los pilares de la cabaña y listo, así, sin invitar a una copilla ni nada. Otra cosa curiosa era que, si uno se debía volver a casar, su esposa siempre debía ser más joven que su primera esposa (porque son una tribu pero tontos no) y si daba la casualidad que una envenenaba a la otra o la mataba, era llevada a la "montaña del sacrificio" esto es, un rico altísimo desde donde se la despeñaba. Lo que digo, muy curiosa la cosa.
Allí mismo, también se pueden ver las "Matenga Falls", unas cataratas dignas de ver despúes de un pequeño paseo, de hecho, uno se puede bañar pero bajo su responsabilidad.
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